Zaragoza es una ciudad con más de dos mil años de historia. Desde los romanos hasta la actualidad, pasando por musulmanes, judíos y cristianos, todas las culturas que habitaron aquí han dejado huella. El resultado es una ciudad viva, llena de rincones con carácter, arte y tradición.
Si estás pensando en visitarla o simplemente quieres conocerla mejor, aquí tienes una guía con 8 monumentos imprescindibles de Zaragoza, su historia, lo que no te puedes perder al visitarlos y algunas curiosidades.

Contenidos
1. Basílica del Pilar
Un poco de historia
La Basílica del Pilar es uno de los grandes símbolos de Zaragoza y del arte barroco español. Su origen se remonta al siglo IX, aunque la tradición dice que la Virgen María se apareció aquí al apóstol Santiago en el año 40d.C sobre un pilar de jaspe a orillas del Ebro, en el lugar donde hoy se alza el templo. El templo ha tenido varias reconstrucciones: primero fue iglesia mozárabe, después románica tras la conquista de Alfonso I en 1118, gótico-mudéjar en la Baja Edad Media y finalmente barroca a finales del XVII y XVIII, destacando la intervención de Ventura Rodríguez. Su aspecto actual, con cúpulas y torres, se debe a reformas de los siglos XIX y XX. En su interior sobresale el retablo mayor de Damián Forment (siglo XVI) y la Santa Capilla de la Virgen del Pilar, ejemplo barroco decorado con elementos rococó y neoclásicos.
Qué ver
- La Santa Capilla de la Virgen, diseñada por Ventura Rodríguez.
- El Pilar de jaspe, que se puede tocar y besar a través de una abertura.
- Los frescos de Goya, en la bóveda del Coreto y la cúpula Regina Martyrum.
- Sus torres y cúpulas que dibujan la silueta más reconocida de Zaragoza.
- Puedes subir a la torre del Pilar desde la que tener unas magníficas vistas de toda la ciudad.
Curiosidades
- Durante la Guerra Civil, tres bombas cayeron sobre la Basílica, pero ninguna explotó. Aún hoy pueden verse en exposición dentro del templo.
- El Pilar es considerado la primera iglesia dedicada a la Virgen María en el mundo.

2. La Seo del Salvador
Historia
La Seo es la primera catedral de Zaragoza, edificada sobre el foro romano de Caesaraugusta y posteriormente reconvertida tras la conquista cristiana en 1118. El edificio integra restos del antiguo templo romano, de la mezquita mayor y después elementos románicos, góticos, mudéjares, renacentistas y barrocos. Destaca por su planta de cinco naves, el retablo mayor gótico realizado por Pere Johan y el magnífico Parroquieta mudéjar, uno de los grandes hitos del arte aragonés. La torre combina elementos mudéjares y barrocos, mostrando la evolución artística a lo largo de los siglos.
Qué ver
- El retablo mayor gótico, una joya tallada en alabastro policromado.
- El Museo de Tapices, con una de las colecciones más importantes de Europa.
- Su torre barroca y el magnífico muro mudéjar exterior.
Curiosidad
En Zaragoza existe un privilegio histórico: ambas catedrales, la Seo y el Pilar, comparten la dignidad de sede catedralicia, algo único en España.

3. La Aljafería
Historia
Palacio fortificado construido por el rey Al-Muqtadir en el siglo XI como residencia de los reyes hudíes de la Taifa de Zaragoza. Refleja el esplendor político y cultural musulmán y es el único gran edificio hispanomusulmán de época taifa conservado. Fue luego palacio medieval cristiano y sede de los Reyes Católicos. Ha cumplido funciones militares y actualmente es sede de las Cortes de Aragón. Destaca por su arquitectura islámica tan característica (arcos lobulados, decoraciones de yeso) y por sus añadidos posteriores cristianos y mudéjares
Qué ver
- El Patio de Santa Isabel, con sus arcos polilobulados y decoración islámica.
- El Salón del Trono, de época de los Reyes Católicos.
- La Torre del Trovador, escenario de la ópera de Verdi.
Curiosidad
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001 como parte del arte mudéjar aragonés.

4. Puente de Piedra
Historia
Emblema zaragozano, el Puente de Piedra cruza el Ebro desde el siglo XV, aunque ya en época romana existía aquí un puente. La construcción actual se inició en 1401 y fue inaugurada en 1440 bajo dirección de Gil de Menestral, utilizando piedra sillar. Ha sufrido diversas restauraciones y episodios históricos, como la destrucción de una arcada por las tropas napoleónicas en 1813. Hoy lo custodian esculturas de leones de bronce y sigue siendo una pieza fundamental de la ciudad
Qué ver
- Sus siete arcos apuntados.
- Las esculturas de leones en los accesos, símbolo de la ciudad.
- Las vistas privilegiadas de la Basílica del Pilar al atardecer.
Curiosidad
Durante las riadas del Ebro fue varias veces destruido y reconstruido. En la Edad Media, cruzar el puente requería pagar un peaje.

5. Murallas Romanas y el Torreón de la Zuda
Historia
Son restos de la antigua muralla de la colonia romana Caesar Augusta, levantada entre los siglos I y III d.C. Tenía unos 3,000m de longitud, 10m de alto y hasta 120 torreones defensivos, con trazado regular y aparejo de sillar. Posteriormente fueron reaprovechadas por visigodos y musulmanes, formando parte de la estructura defensiva de Zaragoza hasta la baja Edad Media. Hoy se conservan varios tramos visitables, incluyendo uno junto al Torreón de la Zuda, de origen musulmán y posterior palacio cristiano.
Qué ver
- El imponente lienzo de muralla romana, con sillares originales.
- El Torreón, que hoy alberga la Oficina de Turismo y un mirador panorámico.
Curiosidad
Las murallas llegaron a tener un perímetro de más de 3 kilómetros, protegiendo a una población de unas 20.000 personas en época romana.
6. Palacio de la Real Maestranza
Historia
Este palacio fue construido entre 1537 y 1547 por el jurista Miguel Donlope, en pleno Renacimiento aragonés. Destaca por su espectacular escalera con cúpula de madera tallada que mezcla estilos renacentistas y mudéjar, evocando la Aljafería. El edificio fue declarado monumento nacional en 1931 y es sede de la Real Maestranza de Caballería. El alero del palacio es uno de los más notables del arte aragonés renacentista.
Qué ver
- Su patio renacentista, con columnas de alabastro.
- Los techos artesonados de sus salones.
- Exposiciones temporales y visitas guiadas.
Curiosidad
La Real Maestranza de Caballería es una institución histórica que aún hoy mantiene actos y tradiciones relacionadas con la ciudad.
7. Patio de la Infanta
Historia
Es un patio renacentista, construido en 1550 por Gabriel Zaporta, influyente comerciante y banquero. Destaca por su decoración escultórica, su simbolismo y por haberse salvado de la destrucción varias veces: fue desmontado y llevado a Francia, para finalmente regresar y ser instalado en la sede de Ibercaja en 1980. Es una referencia del arte renacentista aragonés y está repleto de simbología y elementos clásico-humanistas.
Qué ver
- Su galería de columnas ricamente decoradas.
- La iconografía mitológica y alegórica de los capiteles.
- Exposiciones y actividades culturales que acoge Ibercaja en su interior.
Curiosidad
El patio estuvo desmontado en París durante casi un siglo, hasta que fue recuperado y traído de vuelta a Zaragoza en los años 50.
8. Teatro Romano de Caesaraugusta
Historia
Construido entre los años 14 y 54 d.C. (Tiberio y Claudio), fue uno de los mayores teatros de Hispania romana, con capacidad para 6,000 espectadores y plano inspirado en el teatro Marcelo de Roma. Sus materiales fueron reutilizados en el siglo III para construir murallas. Redescubierto en los años 70, hoy es visitable como museo y se considera uno de los museos romanos mejor conservados.
Qué ver
- Los restos arqueológicos integrados en un moderno museo.
- Una recreación audiovisual de cómo era el teatro en su época de esplendor.
- Exposiciones sobre la vida romana en Zaragoza.
Curiosidad
Durante siglos, los habitantes del barrio pensaban que los muros enterrados eran parte de un castillo medieval.
Estos 10 monumentos de Zaragoza representan siglos de historia, arte y cultura que conviven en una ciudad abierta y vibrante. Desde la grandeza barroca del Pilar hasta la huella romana y mudéjar, cada rincón cuenta una parte del relato de Zaragoza. Si te preguntas qué ver en Zaragoza no te olvides de este post.
Si visitas la ciudad, dedica tiempo a recorrerlos con calma, a mirar sus detalles y dejarte sorprender por las historias que guardan. Porque Zaragoza no solo se ve, se vive.




